sábado, 15 de octubre de 2016

LA LUZ PROHIBIDA



El tiempo, a oscuras, pasa más despacio
Te parece ver algo donde no hay nada
Y te preguntas qué hay donde no llega la luz

Así son, siempre igual. Mañanas, tardes y noches.
Improductivas e incontables horas mirando al techo pensando sin más. Son tiempos difíciles para los soñadores.


Buscas la calma que trae consigo el interminable vacío
La frustración de la continua derrota
De querer entender lo que no tiene explicación.

El desamparo crece, inflamable, extendiéndose por cada rincón
Invadiendo tus pensamientos, lo notas al respirar.
Por mucho que quieras no vas a salir de ésto.

 Y qué importaba si su corazón era una roca
Yo sería el comepiedras.
Iluso... La roca te convertiste, de tanto mirar sin poder hacer nada. Sólo mirabas, era todo lo que podías hacer

Ver la burbuja, hipnotizante y hermosa, y conformarte sólo con verla porque pensabas que al tocarla con la mano se rompería para siempre.

El miedo a perder te hizo perder. Así de sencillo.
La motivación se volvió casi tan frágil como tus ilusiones
Y las ilusiones se escondieron bajo la almohada
Esperando no ser encontradas por aquel estúpido humano que
Antes o después, acabaría rompiendo...


martes, 23 de febrero de 2016

*-*-*

Y la lluvia caía, como cada día desde aquel día.
Y pocascosas importaban. Las gotas resbalaban por el pelo y la frente y las horas seguían pasando. Los dias se turnaban con las noches, llegaba el frio, el calor y otra vez el frio.
 Y llovía y soplaba el viento, y todo seguía sin importar. Las gotas se confundían con las lágrimas y todas se estrellaban silenciosas contra el suelo.
Y el silencio ocupaba todo, eclipsaba el ruido, los gritos y los lloros. Tampoco ellos importaban. Ya nada importaba.

miércoles, 1 de febrero de 2012

AL FINAL DEL ESPEJO

Llevo tiempo llorando a una musa muerta. 
Apareces tú y mi voz titubea. 
Nunca sé qué decir, tan solo te miro y trato de esconder mi nerviosismo. 

Reescribo mis fantasías y me veo reptando por tus piernas. 
Es tu pelo, es tu mirada... Es tu sonrisa. Eres tú. Eso lo sabes...y eso lo ignoras. 

Hay demasiado silencio.
Gritos convertidos en susurros.
Sueños convertidos en soledad. 
Melancolía por lo que sin ser, podría llegar a ser. 

Miras en el espejo y no te encuentras. 
Sin querer asumirlo te sientes sola. 
Tus sueños están ya muy lejos... 
Miras en ese espejo y en la borrosa figura que aparece quieres encontrar de nuevo la magia.

Sólo que no lo sabes. Lo haces sin darte cuenta. 
Es lo que eres: una hermosa niña muerta de miedo que ya no se atreve a soñar.
Del otro lado del espejo estoy yo. Sólo yo. Intentando mostrar lo que soy.
¿Y qué soy? Tan solo soledad humana sin necesidad de fingir. 

 Falto de inspiración, balbuceo tu nombre. 
Necesito que seas mi musa. Intento confundir tus sueños. 
Emborrachar tus palabras para que, entre tanta confusión, descubras que me quieres... Que te quiero.

Lo hago a través de tus ojos para llegar hasta allì,
donde ni siquiera sabes lo que estás construyendo. 
Allí, eterno te espero... al final de tu imaginación. 

Sin nada que perder. Soy tus deseos y también soy tus miedos. 
Yo soy, al tiempo, lo mejor y lo peor que te puede pasar...

viernes, 2 de diciembre de 2011

PASEANDO POR LA CALLE DEL OLMO

Sentado. Horas y horas sentado.
Pensando, imaginando, recordando.
Ignorando que el sol desaparece de la ventana
y permitiendo que la oscuridad te devore.

Pasan horas, largas y silenciosas. 
La noche comienza a comerse tus músculos
que, fatigados, entumecidos y rendidos 
simplemente aceptan la incomodidad del frío.

No hay consuelo. Ni necesidad de ser consolado. 
Es simplemente convivir con una sensacion de vacío 
que has convertido en casi existencial. 
Es simplemente darle un poco de conversación a la melancolía que, 
imperturbable y fiel, siempre espera a que quieras prestarle atención.

Da lo mismo, ¿verdad?. 
No sabes si sigues manteniendo ilusión por los deseos antaño anhelados,
Te da pena, y también miedo, soñar 
y comprobar que los sueños no se pueden conseguir. 

Asi que así pasas las horas, en plena nocturnidad, 
esperando no volver a dormirte para no tener que pasar por eso de nuevo, 
porque no eres dueño de tus sueños, ni puedes controlarlos. 
Te dan miedo, te da miedo descubrir que tus ilusiones ridiculas 
no tienen lugar en esta vida.

Llegas a la conclusión de que si no duermes no sueñas, 
si no sueñas no te ilusionas y si no te ilusionas no te defraudas. 
Aguantas paseando por la calle del Olmo buscando a un amigo 
que responde al nombre de insomnio, pero no siempre aparece.

Entonces caes agotado, cierras los ojos un segundo y pasan HORAS. 
Regresas al mismo lugar de ayer, un poco más agotado, un poco más gastado, un poco más amargado... Y así vives y revives un bucle del que no sabes salir.
Ojala volvieras a disfrutar del sueño.



jueves, 10 de noviembre de 2011

LA FORMA IMPOSIBLE

El aire pesa. 
Casi nadie lo entiende cuando lo escucha.
En momentos alegres te da la sensación de que puedes volar, que eres ligero.
Sin embargo, cuando por algún motivo o incluso sin él, no te sientes alegre
parece que el cuerpo se desploma, como si la gravedad quisiera cebarse con nosotros.

Si antes podías volar, ahora notas que tus alas están tan entumecidas, que apenas puedes desplegarlas.
Tus fuerzas merman tanto que apenas puedes mover tus alquitranados pulmones.
El aire no es aire, es como plomo o mercurio,
tan denso que apenas puedes conducirlo a tus pulmones.
En esa angustia el tiempo no pasa... Y tu te sientes pequeño e insignificante.
Efectivamente, el aire pesa.

Hoy es uno de esos dias que, sin motivo, dedico a pensar en cosas que no debo pensar.
Intento dar forma a lo imposible. Sin ser original, quiero darle forma a la tristeza.
Siendo sinceros, hace ya algún tiempo que se la di. 
Podría decir la fecha si eso fuera importante para alguien más, pero no lo es.
Porque, siendo de nuevo sinceros, mi tristeza y su forma no le interesa a nadie que no sea yo.

Fue un dia, una noche, un momento. Un acto, una situación, una acción y una consecuencia.
Finalmente hubo una reflexión. Aquel dia llegué mas allá. No fue tocar el fondo con el pie, no. 
Fue levantar las manos hacia arriba para tocar el fondo, pues yo me encontraba más abajo aún.
Aquel dia supe lo que era ir por detrás del último.

En ese momento perdiste lo único que aun teniamos en común: el mutuo respeto.
Decidiste actuar sin pensar en lo que ello suponía. 
Decidiste que no importaba el dolor que causaría. 
Y lo decidiste porque querías disfrutar de algo que no te importaba absolutamente nada.
Ese fue el momento en el que entendí que detrás y debajo de la ponzoña era donde me situabas.
Así que ahora, las pocas veces que te veo, es lo que reconozco en tí.
La forma que tiene lo triste. Adoptó tus curvas y tus colores, tus ropas y tus andares. 
Mi tristeza se convirtió en ti, y al tiempo, tu te convertiste en mi tristeza.

Pero eso, como tantas otras cosas, no tienen importancia, asi que... simplemente dejemoslo estar...

martes, 27 de septiembre de 2011

SIN RENCOR

Me voy. Salgo por la puerta de atrás.
Intento ser discreto, no hacer ruido y pasar desapercibido.
Cuanto más tarde lo sepan mejor.

Atrás dejo mucho. Mucho bueno, malo y regular aunque tu te empeñaras
en que hubiera más peso en lo malo. Bastante más.

No me importa lo que suceda a partir de ahora.
Ni siquiera que mientas y trates de llenar mi nombre de mierda.
Estoy seguro de que eso lo harás porque mierda te sobra a paladas.
Es lo que eres: una grandísima puta mierda.

Cuélgate las medallas que quieras.
Eres libre de pensar lo que te apetezca.
Puedes engañarte a ti misma y pensar que eres la mejor.
No lo eres, tu lo sabes... y ellos también lo saben.

Comprueba cómo siempre has sido alguien más, del montón, 
de esos que se esconden cuando llega el momento de la verdad.
De los que previamente voceaban y se crecian ´bla bla bla´ cuando no vale nada ahi te creces.

Por mucho que intentes tapar la mugre te irá ganando terreno.
Es cuestión de tiempo que eso suceda. Entonces no te diré nada.
Sencillamente sonreiré. Hasta entonces puedes hablar y hablar, verdulera.
El veneno que escupes lubrica mis arterias
me da fuerza y sobre todo
me hace mas diferente de ti.

martes, 26 de abril de 2011

VESTIDO ROJO EN SIN CITY

En un marco extraño, como sacado de un viejo cómic
de figuras detalladas y colores cambiados. 
Así es como empieza un sueño confuso 
del que tengo miedo de querer conocer su significado.

Entre sombras negras y azules, bajo luces violetas.
Lo único que conserva su realidad es un pedazo blanco de luna
tapado a medias por una cortina de nubes.
Son altas horas de la noche. Una noche fría, caliente y tibia...
una noche tan larga que parece ser eterna.

Al amparo de un antiguo santuario que no fue construido para nosotros
en medio de una ciudad bañada por una fina lluvia
e inundada por el olvido y su consiguiente silencio,
rodeados por un aura fantasmagórica y espectral.
En el centro de todo ello, alli nos encontramos.

Yo. Me veo desde fuera. Es/soy extraño.
Inmóvil, pálido, muy pálido.
Me veo con los ojos bien abiertos y una mirada enrarecida
mezcla de sorpresa, miedo y angustia.
Estoy asustado.

Tú. Maléficamente hermosa. 
Casi tan bella como en realidad eres.
Tu presencia me sobrecoge.
Recuerdo tu piel en tonos grises, muy muy claros,
contrastando con un vestido rojo, un rojo muy intenso y brillante.

Recuerdo tus ojos llorosos queriendo transmitir un mensaje
que contradice tus palabras y que no logro entender, interpretar.
Tus manos templadas acarician mi pelo y mis fríos brazos
y entonces me besas como hiciste una vez tiempo atrás
cuando aún estabamos vivos.

Y al igual que entonces
 el miedo y la inseguridad me invaden.
Te temo, te tengo muchísimo miedo 
y pese a todo te quiero.
Ha sido así desde que te recuerdo... desde hace más de cien años.

Poco a poco despierto.
Sin dejar de soñar vuelvo a la realidad
hasta que todo ese mundo frío queda en el olvido
y permanece sólo el recuerdo de tu vestido...